Vivir en un sitio de playa tiene sus cosas bonitas, por ejemplo, disfrutar durante todo el año de la tranquilidad del mar... pero llega el buen tiempo y se llena de DOMINGUEROS (aunque sea lunes, aquí es fiesta, igual tendría que llamarlos fiesteros).
Por fortuna, el resto de la semana vuelve a respirarse serenidad. Siempre hay que pagar un precio por tanta belleza, no podemos olvidar que somos unos privilegiados por gozar de este entorno tan maravilloso. Que otros solamente pueden disfrutarlo unas horas y después de estar en la carretera otras tantas.
Además, me gusta el olor a sal y mar, a crema solar, y la arena en los zapatos. No puedo evitarlo, soy mediterránea.
Ains...yo en Cádiz iba a la playa todos los santísimos días...menos los domingos jajaja
ResponEliminaSe pone insoportable, pero si estás cerca del mar tienes el consuelo de que al día siguiente amanecerá tranquila y casi vacía :)
BESOS!
Yo vivo a escasos metros de la playa... y me encanta darme unos largos paseos por ella tanto en invierno como en verano!!!! Pero ahora... ya empiezan los guiris y los domingueros... ahora me vuelvo de piscina jajajajaja
ResponEliminaAinnnssss... yo tengo morriña mediterránea ya!! Que ganas de vacaciones!!! Eres una afortunada, no te quejes... jiji!! ;)
ResponEliminaBesotes!
Te entiend perfectamente. Esta zona en julio-agostro es un pequeño infierno... llena de gente, atascos... no se puede ir a ningún lado por el mogollón de visitantes que tenemos. Por suerte es un pequeño sacrificio por disfrutar del mar todo el año.
ResponEliminaBesos
Qué envidia, poder estar en un sitio así. Yo el año pasado ni pisé la playa, menos mal que tenía piscina, sino me volvía loca!!!
ResponEliminaClaro, es un privilegio vivir en un sitio así! ;)
ResponEliminaFeliz día♥
María {La cajita de música}
Vivir cerca del mar es una maravilla. Eso de poder bajar a la playa sin planificarlo; simplemente porque en ese momento te apetece, no tiene precio... Un besote!!!!
ResponEliminatambién están en la categoría de domingueros los que se llevan media panadería, haciendo esperar a la gente que está en la cola. el domingo pasado, uno de ésos además le preguntó a la panadera si las magdalenas eran del día... sí, del día del juicio, no te fastidia. uno confía en que las cosas que venden son recién hechas mientras no se demuestre lo contrario, pero es que suponiendo que fueran del día anterior, no te lo iban a decir, alma de cántaro.
ResponEliminaQue envidia lo de poder vivir cerca del mar!!es un privilegio!!besos
ResponEliminaPor un momento he pensado que me había caído en un anuncio de cerveza...
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