En la primera camina, canta y sobre todo habla, aunque me doy cuenta de que he desarrollado un superpoder en el que mi mente se desconecta y solamente percibe palabras sueltas, que me permiten mostrarle a querida madre que sigo atenta, repitiendo alguna que otra frase o moviendo la cabeza de forma imprecisa, ni afirmando ni negando.
En cuanto a la segunda, la pasiva, es como si le dieran al botón de pausa y la buena mujer se queda profundamente dormida, hasta que recarga la batería y vuelve todo a empezar.
Siempre digo que hay veces que necesito unas vacaciones de las vacaciones.
ResponElimina¡Bienvenida de nuevo!
Muaks!
yo también estoy en un pueblo. mi madre quizá no tiene mucha agilidad de movimientos, pero tiene una mente muy inquieta, siempre está planeando cosas y contándolas de manera atropellada, y me cuesta seguirla.
ResponEliminame alegra leerte de nuevo! besos
Las vacaciones tambien agotan!!besos
ResponElimina