Bien, os cuento que en estos pocos días de vuelta del trabajo me he sentido como si estuviera participando en un Escape Room del que no había escapatoria posible (a pesar de que estuve buscando el botón del pánico), ya no solo porque estoy obligada a trabajar (como todo hijo de vecino), también porque el primer día no recordaba ni contraseñas, ni los nombres de mis compañeros ni mucho menos que me cansara tanto esto de socializar y de estar a buenas con todo el mundo; con lo fácil que es en vacaciones sonreír durante todo el día, es que no requiere esfuerzo alguno.
Ahora que he conseguido ponerme al día con todos los correos, y que voy recuperando mis funciones, me he dado cuenta, y esto es muy importante, de que hay un puente en noviembre: ¡Oh, mi salvación!
A mi me pasó lo mismo...luego me extraño de que a los chiquillos se les olvide cómo resolver ecuaciones o el present perfect XD
ResponEliminaen mi primer trabajo, un compañero que al parecer se había reincorporado tras una baja de un año, me sorprendía que hubiera olvidado algo tan básico como el prefijo que había que marcar para llamadas externas. ingenuo de mí, esas cosas se olvidan en mucho menos tiempo que un año.
ResponEliminaHuyyyy noviembre. Si es que al año le quedan dos telediarios ya xD
ResponEliminaYo había olvidado conducir. Un beso
ResponEliminaPues sí, es bastante corriente. Lo único que no hay que olvidarse es cómo respirar, lo demás tiene solución. Saludos.
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