dissabte, 2 d’octubre del 2021

Llamadme Dori

Hace unos días, una amiga me preguntaba si me era fácil perdonar, le contesté una verdad como un templo: no es que sea buena persona, es que tengo una memoria pésima, con lo que se me olvida, así que lo mío es enfado y olvido, lo de perdonar es que ya ni entra en la ecuación, porque no lo recuerdo. A veces sé que estoy enfadada con alguien, pero como es casi imposible recordar el motivo, pues paso.

Una vez me encontré con una antigua amiga, le dije que no entendía por qué habíamos perdido el contacto, que siempre habíamos tenido muy buen rollo... descubrí que estaba muy enfadada conmigo, todavía no sé por qué, espero que no se me olvide para otra vez, qué mal trago.

29 comentaris:

  1. Hola Dori...

    Pues sí que parece grave lo de tu memoria, la vivencia esa que cuentas es para no repetirla.

    Dicho lo cual, no cabe duda que tienes mano para esto de escribir entretenido y dinámico.

    Abrazo.

    ResponElimina
  2. Hay individuos que por sistema biológico olvidamos rápidamente los elementos negativos y las experiencias duras y problemáticas, nos apesadumbran, y entonces cualquier otro tipo de valoración, por ejemplo una moral, no se suele plantear. Pero cada cual sabe. Relativizar, tolerar, superar. Saludo y gracias.

    ResponElimina
  3. Jajaja...a mi me pasa igual, no retengo cosas que me generen rencor, ¿para qué?
    Lo que me preocupa es que tampoco retengo a quien le presto libros y luego no sé ni por donde andan, voy a tener que usar unos de mis miles de cuadernos para hacer un catálogo de préstamos.
    Feliz sábado!

    ResponElimina
  4. Yo pensaba que era como tú.
    Que se me olvidaba... y bueno, supongo que sí, que algunas "afrentas" las habré olvidado, pero yo pensaba que eran todas.
    Y no.
    Algunas no las he olvidado.
    No sé si eso es ser rencoroso o no, pero es lo que hay.

    Besos.

    ResponElimina
    Respostes
    1. el unico que sufre es el que no olvida porque su ego es demasiado grande vida mia....jajaja

      Elimina
  5. ¡Ay, Dori, Dori! Qué personaje tan encantador y tan tierno, de mis preferidos.
    Respecto a lo demás, si pensásemos las cosas dos veces, seguramente nos daríamos cuenta de que la mayoría de nuestro enfados vienen de nimiedades.

    ResponElimina
  6. Yo nunca me olvido de nada aunque quiera. Tengo una memoria prodigiosa. Quiero decir que tengo una memoria prodigiosa para las tonterías de cualquier índole. De lo importante casi nunca me acuerdo. Pero ya me han dicho muchos que para mí nada es importante. Es casi insultante. No sé si lo uno o lo otro, pero insultante.::)

    ResponElimina
  7. La traída a colación de esa pececita de Nemo es muy apropiada para tu concición.
    Lo que tienes es olvido, no perdón, pues la base del perdón está en que TÚ SABES QUÉ TE HICIERON Y LO QUE LE HICISTE A LA OTRA PERSONA, pero la gracia del perdón está en que A PESAR DE ESO ese recuerdo no es tomado más en cuenta para las actuaciones futuras y presentes.

    ResponElimina
  8. Nuestra mente a proposito borra malos recuerdos para protegernos. Las experiencias traumaticas quedan en el olvido de ese modo no nos persiguen recuerdos incomodos.

    ResponElimina
  9. Por lo que contás, el olvido tiene sus ventajas.
    Besos.

    ResponElimina
  10. A mi me sucede lo mismo que a ti, que tengo una magnífica memoria para olvidar, sobre todo para lo malo, y eso me hace que viva una vida más feliz, pero siempre, teniendo en cuenta no enfadarme con nadie...que lo mismo, por eso no me acuerdo de nada malo que le haya echo a alguien.
    Muy bien traído este tema porque, da para muchas y variadas opiniones.
    Me alegro mucho el volver a dar contigo, ya que soy seguidor tuyo desde hace mucho tiempo, y que por algún motivo (seguro que no fue por un enfado), perdí tu pista.
    Un abrazo, Doris.

    ResponElimina
  11. yo reconozco que soy un poco susceptible. aunque hay personas a las que se lo perdono casi todo, porque desde el primer momento veo como son para lo bueno y para lo malo. son personas que no engañan a nadie, o las tomas o las dejas.

    ResponElimina
  12. Jajaja creo que todos somos un poco Dori 💗

    Saludos desde Plegarias en la Noche

    ResponElimina
  13. Suelo recordar que estoy enfadada pero olvido el motivo. Buen domingo, abrazos

    ResponElimina
  14. El rencor envenena la sangre... el olvido el mayor antídoto.


    Bss

    ResponElimina
  15. No siempre se puede olvidar, si el motivo es nimio, a los cinco minutos ni me acuerdo pero si es gordo me cuesta.

    Besos.

    ResponElimina
  16. Que suerte la tuya, yo sí suelo recordar los motivos de enfado.

    ResponElimina
  17. Pues mira, yo creo que para algunas cosas es estupendo ser como Dori.

    Besos.

    ResponElimina
  18. No somos nada rencorosas pero, si nos esforzamos, recordamos perfectamente el motivo de tal o cual enfado...

    Besos mil de las dos

    J&Y

    ResponElimina
  19. Diops mío! Eres yo!!! Tal cual. Mi memoria de pez es legendaria, por tanto no puedo mentir ni guardar rencor. Y como tú, no lo hago por bondad... sino por incapacidad!
    Mejor así...
    Besos

    ResponElimina
  20. yo siempre he dicho que guardo muy bien los secretos porque, a) tengo muy mala memoria y b) no me importa mucho lo que me cuenten

    ResponElimina
  21. Hola Ses,

    Creo que se trata de una gran ventaja, al final el enojo no hace más daño que a nosotras mismas y tu amiga es quien está sufriendo por mantener el enfado, cuando tu ya ni te acuerdas. ¡Ojalá todas tuviéramos tu memoria! jeje

    ¡Un abrazo!

    ResponElimina
  22. ¿Sabes que los muertos siguen vivos, mientras alguien los recuerda?
    Pues termina la ecuación...
    No te apesadumbres... Es una teoría muy extendida pero falta de demostración, por el momento
    Saludos

    ResponElimina
  23. Qué buena entrada. Si no tienes buena memoria en eso, es que eres de muy buen corazón.
    Un abrazo.

    ResponElimina

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...