¿Sabéis lo del apagón? Fui yo. El lunes me trajeron la lavadora nueva (sí, también se me ha roto, lo mío y el karma es toda una historia, me tiene en números rojos) y, en cuanto la puse, con un lavado de ropa delicada, se fue la luz. A mí estar sin luz me vino bien, porque tenía un libro nuevo y hacía un día estupendo; pero a la lavadora no.
Resulta que tiene un sistema de sellado y hasta que no termina el ciclo no puede abrir la puerta. Yo también estaba con el ciclo, así que eso me puso un poco de mal humor, pero como era nueva respeté sus manías y no me cargué la puerta de milagro. La ropa estuvo desde las 12.35 del lunes, hasta la una de la madrugada del martes en remojo. Ahora mi ropa huele rara y me busca la Interpol.
Los electrodomésticos tienen sus caprichos.
ResponEliminaUn abrazo.
Muy bueno. Esconderte. :). Un beso
ResponEliminaNo me acordaba de lo acogedora que queda una vivienda iluminada con un par de velas.
ResponEliminaMe preocupa máslo dela ropa que lo de la Interpol,tal como va la cosa...
ResponEliminaEso te pasa por ponerle el suavizante del barato, que se ha ofendido y se ha vengado de la humanidad. Los electrodomésticos con como los gatos, hija.
ResponEliminaLas lavadoras actuales son muy señoronas.
ResponEliminame quedo más tranquilo sabiendo que fuiste tú, entre bloguer@s todo se perdona. ;)
ResponEliminaLo de que busca la Interpol es de antología.
ResponEliminaAbrazos.
Jajaja, compra esas perlitas para que huela bien y castiga a la lavadora, no se puede ser tan caprichosa.
ResponEliminaLo de la Interpol... Bah, ni caso.