diumenge, 28 de juliol del 2019

Pecho palomo

Vivir en un pueblo playero te obliga a ver cosas que duelen a la vista, a los sentidos y en el alma. Para empezar, ¿por qué la gente opta por comprar las cremas solares con olores tan intensos? Con una puede pasar, pero la mezcla de todas es peor que el almizcle y el sándalo en grandes cantidades olfativas. Suerte que mis paseos matutinos por la orilla del mar no se adecúan a semejantes especímenes exentos de pituitaria... y esa es otra, ¿es que la gente no se ducha? Entiendo un olor del día, en el que inevitablemente sudamos y aunque usemos el mejor desodorante del mundo llega un momento en que no da para más, por ese motivo existe la ducha o un cambio rápido de camiseta, vamos, lo que hacemos todos (en esta época del año yo siempre tengo una muda en el trabajo). Pues no, hay cosas insalvables: sin ir más lejos, en plena huelga ferroviaria, que ahí se huele todo más de cerca, sufrí a una chica megapeinada y arreglada que transpiraba hedor de no haberse cambiado de ropa en días (no siempre es suficiente con airear), es que tuve la sensación de que del pelo saldría fauna propia de una película del jurásico o del espacio (no os digo más, que os dará asquito).



Luego está la especie masculina, los llamaremos fulanos, que en cuanto llega el verano se olvidan de la existencia de la prenda superior de vestir, la mayoría pecho palomo y orgullosos de su cuerpo (ya sea de su pecho marcado o de su barriga de buda), y el caso es que a mí me importa poco que estén fornidos o tengan un cuerpo diez, no quiero ver sus pechitos al aire, que hay un mínimo de decoro en el vestir y unas normativas municipales, en la playa eso es normal, pero en el pueblo han tenido que poner carteles en todos los sitios pidiendo unos mínimos de vestimenta (triste pero cierto). Sin ir más lejos, hace pocos días me ardieron los ojos ante un ser completamente desnudo, ondeando sus atributos al viento, entre yo y el supermercado, ya no sabía si tenía que comprar leche o unas gafas de sol.

9 comentaris:

  1. ¿Y los que se sientan a comer a pecho descubierto? ¿Habrá cosa más desagradable?

    Muchos besos de las dos

    J&Y

    ResponElimina
  2. El exhibicionismo es delito. Un beso

    ResponElimina
  3. Hay gente que se pasa mucho de vueltas. Lo del olor es una batalla, diría que perdida, proque siempre habrá alguien que lodel civismo olfativo no lo conoce.
    Lo de las camisetas fuera me parece una falta de respeto, y de higiene, porque irán más frescos, pero siguen sudando, y se sientan y se apoyan en lugares en los que luego se sentarán otras personas y se llevan toda su fauna corporal pegada a la ropa.
    Besos!

    ResponElimina
  4. A mi los olores intensos, a crema y demás, me parecen muy llevaderos en comparación con el olor a sobaco y pelo sucio que estoy viviendo en el metro de París. Ni punto de comparación, vamos!

    ResponElimina
  5. nunca me ha gustado ir con el pecho al aire, no me siento cómodo ni me parece algo bonito de enseñar.
    en cuanto al tema de ducharse, hay que hacerlo aunque sea por un tema de convivencia...

    ResponElimina
  6. bueno, en mi pais hay muchisimos pecho palomos... linda entrada!! te sigo y te invito a mi blog. Besos

    www.mujeresanasybellas.blogspot.com

    ResponElimina
  7. Estoy completamente de acuerdo contigo.
    Hace unos años, trabajaba en una tienda cerca de la playa, y entraba mucha gente en bikini o sin nada y yo pese a que la tienda no era mía, cuando les tocaba el turno, les pedía que se pusiesen la camiseta para ser atendidos.
    De verdad que no se me ocurriría entrar en una tienda que NO está situada en la misma playa casi en pelotas.
    En fin....

    ResponElimina
  8. desnudo total? pero eso ya es una falta de respeto jaja... me imagino el espectáculo pero bueno, pasan menores por ahí también, no da... saludos...

    ResponElimina

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...