Uno de mis mayores sueños era tener una casita al lado de la playa (sí, igualito que una película moña de las de domingo por la tarde), así que junto con el roncador lo hicimos realidad ya hace unos cuantos años. Con la separación, he vuelto a vivir en un piso, así que ya apenas recordaba lo que era vivir en una comunidad de vecinos, y mucho menos en pleno confinamiento.
Últimamente me viene a la cabeza la magistral película La comunidad, porque es un tipo de convivencia que no eliges, pero con la que tienes que convivir o sufrir. Espero con el tiempo cambiar de opinión, por ahora no he hecho más que imaginarlos, y mis favoritos son los que tienen varios pájaros que durante toda la mañana cantan incansablemente y hacen que me sienta como en un cuento de hadas.
Vecinos... de todo tipos y clase
ResponEliminaYo estoy de los míos hasta el moño.
ResponEliminaBesos!
Los vecinos mejor lejos. Un beso
ResponElimina¡En las casitas unifamiliares te encuentras también con cada vecino...!
ResponEliminaUn abrazo
Siempre hay algún vecino que valga la pena... y ese puedes ser tú 😉
ResponEliminaBesos.