Pues mi contratista ya ha decicido que soy algo gafe y me mira con cierto miedo. El primer día se les bloqueó el código de entrada del almacén y no pudieron acceder al material hasta mitad de mañana. El segundo se les rompió el taladro (esa pieza de albañil que tanto les gusta usar porque hace tremendo ruido). En el tercero, el compañero tuvo que ir de urgencias por problemas intestinales (que se cagaba, vamos), y uno solo avanzó más bien poco. Todo ello sumado al trabajar tranquilo del español medio, que no se nos caracteriza por ser precisamente rápidos, pues eso, que vamos con retraso. Aunque en realidad, mientras se haga, es como tener inquilinos en casa, me siento acompañada. A ver, que Dios construyó el mundo en 6 días y el séptimo descansó, si me hubiera tenido a mí de cliente, termina desistiendo.
dimarts, 9 de juny del 2020
En obras
Finalmente, he iniciado las obras -no las del escape en la ducha, que eso es cosa del administrador y son especialistas en ponerme pegas, cualquier día de estos voy al baño y me encuentro al vecino, con bañera incluida-, y mi piso parece una zona de guerra en algun desierto, porque sale polvo por todas partes. Estoy haciendo algunos arreglillos básicos y voy a dejar la cocina para de aquí a unos 10 años, lo que tardaré en recuperarme económicamente.
Pues mi contratista ya ha decicido que soy algo gafe y me mira con cierto miedo. El primer día se les bloqueó el código de entrada del almacén y no pudieron acceder al material hasta mitad de mañana. El segundo se les rompió el taladro (esa pieza de albañil que tanto les gusta usar porque hace tremendo ruido). En el tercero, el compañero tuvo que ir de urgencias por problemas intestinales (que se cagaba, vamos), y uno solo avanzó más bien poco. Todo ello sumado al trabajar tranquilo del español medio, que no se nos caracteriza por ser precisamente rápidos, pues eso, que vamos con retraso. Aunque en realidad, mientras se haga, es como tener inquilinos en casa, me siento acompañada. A ver, que Dios construyó el mundo en 6 días y el séptimo descansó, si me hubiera tenido a mí de cliente, termina desistiendo.
Pues mi contratista ya ha decicido que soy algo gafe y me mira con cierto miedo. El primer día se les bloqueó el código de entrada del almacén y no pudieron acceder al material hasta mitad de mañana. El segundo se les rompió el taladro (esa pieza de albañil que tanto les gusta usar porque hace tremendo ruido). En el tercero, el compañero tuvo que ir de urgencias por problemas intestinales (que se cagaba, vamos), y uno solo avanzó más bien poco. Todo ello sumado al trabajar tranquilo del español medio, que no se nos caracteriza por ser precisamente rápidos, pues eso, que vamos con retraso. Aunque en realidad, mientras se haga, es como tener inquilinos en casa, me siento acompañada. A ver, que Dios construyó el mundo en 6 días y el séptimo descansó, si me hubiera tenido a mí de cliente, termina desistiendo.
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hoy estar con gente en casa trabajando no es aconsejable ja... por eso mi baño tiene una gotera enorme en el techo y estoy esperando su momento ideal... eso si, yo ya avisé y me hacen tanto caso como a vos la administración, allá ellos...
ResponEliminaQue no vaya Tom Hanks por tu casa que entonces sí que termina siendo una ruina. Las obras de mi casa fueron más que una ruina, no sé si da para hacer una serie de esas de Netflix en tiempos de pandemía o para un libro tocho porque también nos pasó de todo, así que ánimo y sobre todo paciencia para que no te entren ansias de cargarte a todo el mundo.
ResponEliminaAbrazote utópico.-
Te va a tocar ponerle dos velas a la Santa Paciencia, me parece a mi.
ResponEliminaBesitos.
Bueno, si por lo menos te sirve para estar acompañada ya es algo.
ResponEliminaBesos.
Mucha suerte con las obras. Un beso
ResponEliminaJajaja, tu administrador y el mío son primos hermanos. Hemos tenido un conflicto vecinal complicado con los locales que hay abajo y acabé solucionándolo yo, y los vecinos me han dicho que debería ser yo la administradora, que me pagarían a mí.Insistían en contratarme.Juro que es cierto y obviamente me negué, no hay dinero que compense aguantar las quejas de mis vecinos.
ResponEliminaPobre operario, ahora toda la blogosfera sabe de su incontinencia temporal, jejejeje.
Feliz martes y tu cocina va a quedar genial.
¡Uf, las obras se sabe cuando empiezan pero nunca cuando acaban! Yo, por eso, salvo casos de absoluta necesidad no me meto en ellas.
ResponEliminaBuena suerte y un beso
Te compadezco!...risas
ResponEliminaDicen que quién tiene albañiles en casa, tiene la gloria ganá. Menos la mujer del albañil, claro.
ResponEliminaEn estos casos mucha paciencia y mucha aspiradora y mucho limpiar y mucho limpiar semanas después y ..
Abrazos.
Es complicado mantenerse paciente cuando hay obras en casa, pero no queda otra,, tu sentido del humor te echará una mano. Abrazo
ResponEliminaSeguro que es culpa de mercurio que debe estar retrógrado. O algo así :)
ResponEliminaNi que te hubiera mirado mal un bokolin tuerto, hija xD
ResponElimina