Por ello, soy adicta a todos los blogs de cocina, en los que veo platos exquisitos que, luego, cuando pasan por mis manos sus recetas, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Como consecuencia, cualquier plato que no sea mío, siempre sabrá mejor.
dilluns, 15 de juny del 2020
Que cocinen otros
Lo bueno de cocinar mal es que todo te sabe mejor. Me explico, mi madre, contrariamente a lo que todo el mundo dice de sus madres, cocina más bien mal -exceptuando la tortilla y las patatas fritas, eso sí; y tal vez todos los platos que llevan alcohol, no sé si es porque aprovecha y reparte un vaso para el guiso, otro para ella, y ya ahí le entra la inspiración-, y mi abuela otra que tal, así que mucha tradición en casa (porque sus maridos ni se acercaban a la cocina) no había. No es que las culpe a ellas, es cosa mía, no le encuentro nada de placer a estar horas cocinando para que luego se lo coman en dos segundos, así que para eso, que cocinen otros.
Por ello, soy adicta a todos los blogs de cocina, en los que veo platos exquisitos que, luego, cuando pasan por mis manos sus recetas, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Como consecuencia, cualquier plato que no sea mío, siempre sabrá mejor.
Por ello, soy adicta a todos los blogs de cocina, en los que veo platos exquisitos que, luego, cuando pasan por mis manos sus recetas, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Como consecuencia, cualquier plato que no sea mío, siempre sabrá mejor.
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Es que es un gustazo que te lo pongan todo por delante, forma parte del disfrute.
ResponEliminaBesitos.
Yo tampoco soy buena cocinera. Un beso
ResponEliminaCon razón se te pasó el arroz...risas
ResponEliminaA mí tampoco me gusta la cocina. Prefiero comer cualquier cosa y emplear el tiempo en hacer cosas que me agraden más.No le saco gusto a pasar horas cocinando para comerlo en unos minutos.
ResponEliminaUn abrazo.
mi madre cocina muy bien, pero mi hermana mayor de p... pena. hace años, cuando mi madre se iba de viaje, mi hermana venía de su apartamento a nuestra casa a ponernos la comida a mi padre y a mí sin que se lo hubiéramos pedido, para colgarse la medalla. con lo cual, impedía que yo pudiera aprender a cocinar y encima nos teníamos que comer sus mierdas.
ResponEliminaJusto el otro día me comentaba mi hijo pequeño que era injusto estar tanto rato cocinando para que luego se lo comieran tan rápido.
ResponEliminaBesos.
Me agobia cocinar, no tengo paciencia. De las escasas veces que me he puesto al final no como de lo jartito que quedo.
ResponEliminaSaludos.
Me identifiqué. Mi madre tiene muchas cualidades pero la cocina no es una de ellas. Sin embargo, yo me relajo viendo videos de recetas que se me antojan pero que no haré. Incluso me compré el libro de Julia Child, creo que ahora es la pata de un sillón. Date la vuelta por mi blog. Nos leemos.
ResponEliminaYo también me lo compré, y queda precioso en la estantería. Lo más divertido es que siempre que viajo me compro un libro de cocina típica, y mis amigos empiezan a traerme eso de recuerdo de sus viajes.
EliminaJajajaja, en mi familia hay muy muy buenas cocineras, y a mí me encanta cocinar y no se me da mal, pero al lado de mis antecesoras, uffff, quedo fatal.
ResponEliminaPero me pasa como a ti, enlos blogs de cocina todo tiene pintaza y a mí no me queda así.
Muy feliz semana.
Pues como nosotras, que no tenemos más remedio que cocinar pero somos las más rápidas del mundo mundial (así el trago pasa pronto...)
ResponEliminaBesos mil de las dos
J&Y
Oye, pues es raro que una madre cocine mal :S Y una abuela ya ni te cuento!
ResponElimina