Aterriza como puedas

A mí hay cosas que me dejan muy fría. Abrir el periódico y leer que un pasajero de avión ha tenido que pilotar él mismo hasta llegar a su destino, me parece una experiencia surrealista. Al parecer, al piloto oficial le sentó alguna cosilla mal y se vio incapacitado para hacer su trabajo. 

 

Al pobre pasajero le tocó en suerte hacer el trabajo del comandante y, supuestamente (adoro usar estas palabras, como si supiera de leyes o algo parecido), no tenía ni idea y, encima, era su segunda vez en un avión. Supongo y espero que le devolverían el billete e, incluso, que le pagarían por el servicio. ¡Habráse visto!

Sintiéndolo mucho, me dan a mí los mandos y mejor se hacen a la idea de que no salimos vivos de esa. Con un par, el señor. Totalmente de película, si le dieron las instrucciones por radio, al más puro estilo de Aterriza como puedas.