Ya he llegado a esa edad en la que cuando tiene que llover alguna parte de mi cuerpo me avisa, con un ligero y molesto dolor constante, creo que lo llaman vejez (bueno, madurita y resultona). Estoy por cambiar de profesión y meterme a meteoróloga, porque últimamente siempre acierto; aunque no me pasa tanto con lo de la temperatura, de hecho, esta primavera me tiene loca, voy todo el día encebollada o desencebollada.
Claro, que igual también tiene que ver con lo anterior, porque empiezo a plantearme si no estaré premenopáusica y en realidad es mi termostato el que anda medio estropeado. Ya os conté lo de mis menstruaciones (que tanto gustó a Facebook y del que todavía espero una explicación), igual las tengo tan seguidas porque se está preparando para el gran final apoteósico (todo esto tendría que explicárselo al médico, lo sé).
Mis huesos nunca me han avisado de los cambios de tiempo, y por antigüedad podrían, debe ser algo que tampoco me funciona bien, soy de las que tengo que sacar la mano por la ventana y se se moja es que llueve, antes me fijaba en los paraguas pero los asiáticos con sus sombrillas me tienen despistada. Disfruta del fin de semana y dile a tu cuerpo que es fiesta y no se queja
ResponEliminaPues si, será mejor que lo consultes con el médico.
ResponEliminaBesos
Yo tampoco acierto con la ropa. Un beso
ResponEliminaaquí en madrid, antes de salir a la calle tienes que mirar en internet qué temperatura hace. no te puedes fiar en absoluto de lo que hizo el día anterior. hoy te asas y mañana te congelas, o viceversa.
ResponEliminaJajaja "El gran final apoteósico" es una metáforta grandiosa para la menopausia.
ResponEliminaUn besito.