Padres me usan como terapeuta oficial para su relación, y os aseguro que nunca una hija debería estar en esa tesitura, por cosas de las que no querría estar informada y porque ya bastante tengo con lo mío. Ahora les ha dado por llamarme a escondidas el uno del otro, algo difícil en plena pandemia: Madre lo hace cuando Padre se ducha; y Padre aprovecha la compra en el supermercado de Madre. Esta semana me toca lidiar con el tema peluquería, puesto que Madre es la mujer más terca del mundo y cuando se le mete algo entre ceja y ceja no cesa hasta conseguirlo, así que por mucho que Padre esté preocupadísimo por el tema, no voy a usar mis dotes de encantadora de serpientes para sacárselo de la cabeza, voy a usar mi don para el bien, pero para un bien asequible y que tiene más que ver con mi bienestar emocional, porque eso sería un imposible (sobre todo porque ella contraataca con que a mí me iría bien un corte de flequillo y no me apetece abrir esa caja).
Eso sí, él tampoco se queda corto, se ve que ya se puede echar la Bonoloto, algo muy necesario en este país, promover al máximo el juego (pero esa es otra caja con la que tanpoco voy a meterme). Y algo que me afecta directamente a mí, ahora que los noticieros deben de hablar menos del Corona, es que le han recordado que estamos en temporada de declaración de Renta, y yo el año pasado me planté y les dije que estaban exentos y que no iba a hacérsela más, que me costaba más tiempo y dinero que lo que les devolvían. Ah, el hombre no acepta un no, ya me ha llamado no pocas veces para que le tramite el número para entrar online, a lo que me niego, porque ni sabe ni tiene Internet, así que todo volvería a mí, como un ciclo eterno. Al final lo he remitido a Hacienda, que les llame y les pida un borrador si quiere, aunque se va a quedar en agua de borrajas, igual que el año pasado, si no se la hago yo, él no va a mover un dedo. Así que gastamos saliva y energía para nada (o para desquiciarme).
Ay, yo entiendo que te harte, pero es que la pandemia ha saturado la convivencia. Por aquí lo hemos llevado bien, pero no te niego, que a veces, mis hijas y yo hemos "nominado a Manolo para que abandone la isla" XD
ResponEliminaBesitos.
Te has convertido en la madre de tus padres. Un beso
ResponEliminaCreo que lo soy desde que tenía 14 años, a pesar de tener una hermana 10 años mayor (la reina del escaqueo).
EliminaEs bueno ayudar a otros y tener mucha paciencia al mismo tiempo :D
Eliminaa mí los míos también me tienen bastante saturado... paciencia.
ResponElimina¡Uy, YUy, no me recuerdes la Renta que me echo a temblar!
ResponEliminaUn beso
Sí, así son los asuntos de familia, como me recuerdas los míos... Procuro aplicar la paciencia (pero no siempre la tengo).
ResponEliminaAy, en mi casa también ha habido tangana por la peluquería y por la declaración!! justo con ambos temas.
ResponEliminaMadre mía, en qué tesituras te meten xD
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