Lo importante es que cada curso hay muchos docentes que no siguen, porque el proyecto es muy chulo, pero como tal pide mucho trabajo e implicación, lo que viene a llamarse vocación y creer en lo que haces. Así que somos unos cuantos profesores nuevos (y ya tenemos dos bajas, para que entendáis el ritmo de trabajo). A mí lo que más me anima es que los docentes veteranos del centro parecen muy felices, estilo he tomado una droga que me tiene muy contento, así que o bien en un tiempo yo también emano esa felicidad, o bien encuentro esas drogas de una puta vez (hala lo que he dicho, vas a la profe).
dijous, 17 de setembre del 2020
Mi nuevo trabajo
He entrado este curso en un nuevo instituto, su método de trabajo tiene un enfoque globalizador; para resumir, es un poco un cambio de mirada, de actitud, ante la forma de enseñar. Total, porque esto no es lo que os importa, que lo sé yo, que solo a los frikis de la educación nos molan estas cosas y a vosotros os va la chicha... y no, no hay ningún buenorro, a pesar de que me haya hecho creyente y haya pedido a la virgencita un colega guapo, inteligente, empático y asertivo, al que le he puesto nombre: Carlos.
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Avísame si encuentras esas drogas, por favor, prometo no decírselo a nadie 😉
ResponEliminaBesos.
Espero que se te contagie esa felicidad. un beso
ResponEliminayo me considero friki de la educación, lo cual no quita que algunas profesoras me resulten muy agradables a la vista, mejorando lo presente. ;)
ResponEliminaLo sabía. Mira que en mis tiempos de discente, el profesorado casi logra convencerme de que las drogas nunca llegarían a la sala de profesores.
ResponEliminaLa implicación te hace trabajar duro, pero también te sientes feliz y realizado, a lo mejor esa es la droga ;)
ResponEliminaBesitos.
Pues qué suerte tener gente que emana felicidad a tu lado, oye!! Espero que te vaya muy bien!
ResponEliminaBesos
No soy docente y, pensándolo un poco, tampoco decente; por eso, te pido que si encuentras el escondite drogueril, me avises. I need it!
ResponEliminaEspero que disfrutes de este nuevo proyecto y felicitarte por tu buen gusto. Yo tengo un Carlos en mi vida y es lo más maravilloso del mundo aunque haya algún incrédulo que me recuerde el refrán de que “el nombre no hace al hombre” Pero de un nombre bonito si se puede esperar. Saludos
ResponElimina¡Mucha suerte en este nuevo instituto y curso! Estamos seguras de que lo darás encuentres o no esa droga...
ResponEliminaBesos mil de las dos
J&Y
De que lo darás todo....
ResponEliminaJajajaja, ojalá sea efecto de la vocación y de sentirse satisfechos con lo que uno hace. Y ojalá lo encuentres pronto (o la droga, en último caso).
ResponEliminaDesde mi experiencia con los Carlos iba a decirte que mejor le cambies de nombre para dar la oportunidad a que aparezca ese compañero con esas características, pero no sería justo de mi parte. Son muchos más los Carlos que no he conocido, jajaja.
Besos