Me encanta ir en tren al trabajo, sobre todo porque mi línea es costera y veo las mejores salidas del sol cada mañana; de momento, claro, porque más adelante voy a vivir en la más absoluta oscuridad, literal, que estoy por comprarme una de esas linternas que se llevan en la frente, como si fuera un geólogo o un minero, porque el trayecto al salir de la estación carece de cualquier iluminación.
El caso es que hay veces en las que te sientes desprotegida, y los vigilantes, el día que los hay, no me tranquilizan en absoluto. Sin ir más lejos, esta semana sonaba por megafonía (ese es otro tema, que el día que funciona se oye como si fuera el fin del mundo) el señor que nos indica que debemos llevar la mascarilla bien puesta, además de puesta, porque precisan (a mí me entra la risa cuando lo dice en inglés, pobrecillo), y me veo al vigilante del tren con la mascarilla por debajo de la nariz, así que no pude evitar pensar: claro, porque él tiene el cerebro tan pequeño que igual la distribución de la cara es distinta a la tuya (por no pensar mal y que es tonto). He llegado a creer que la entrevista de trabajo consiste en algo tan simple como: al que no cogen para las discotecas, lo cogen para vigilante de Renfe, que alguno habrá que haga bien su trabajo, pero creo que anda escondido para que los demás no lo linchen.
La verdad es que son detalles que no ayudan a que nadie se sienta seguro, una contradicción.
ResponEliminaBesos.
Qué ocurrente eres. Un beso
ResponEliminaSí que vas temprano al trabajo.
ResponEliminaA mí me da miedo caminar de noche (aunque sea por la mañana) por lugares muy solitarios. No lo pasaría bien.
Besos
A mi me da miedo transitar por lugares solitarios, a cualquier hora así que en la medida de lo posible los evito. Besos
ResponEliminatal vez en el futuro vivamos en galerías subterráneas, como los morlock en la novela 'la máquina del tiempo' de h.g. wells.
ResponEliminaPor la oscuridad es mejor no caminar mucho. A mí me gusta madrugar pero siempre espero que haya suficiente luz y la ciudad empiece a despertar para salir.
ResponEliminaUn abrazo
A mí me encanta ir donde sea menos al trabajo. A ningún trabajo.
ResponEliminaPobres vigilantes! Mujer, no serán todos iguales, no?? De momento, hasta que venga la oscuridad, disfruta de esos amaneceres... y luego, considera la linterna de minero!
ResponEliminaLa verdad es que lo del Metro es para llorar. Al final es como achicar agua en un naufragio.
ResponEliminaUn beso.
Hola Ses,
ResponEliminaMe has recordado una época a la que también iba al trabajo en tren y veía cada día el amanecer de la zona costera, es un momento muy bonito que hace que madrugar sea mucho más agradable jeje
Un abrazo muy grande y espero que todo marche muy bien :)
Jajajaajajaajajajajaajajaja qué joía eres jaajajajaajajajaja.
ResponEliminaBesines utópicos.-
.....y no tiene cordones.... ¡¡¡¡mocasines!!! Y a trabajar en Renfe.
ResponEliminaBss
Me gusta la gente que tiene sentido del humor para todo. El otro día pensaba que hasta me acostumbré a usar la mascarilla, ya es casi natural. Saludos!
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