Os digo una cosa muy en serio, el silencio está infravalorado. Si mi edificio hubiese sido construido encima de un antiguo cementerio, los fantasmas de sus muertos habrían emigrado muy pronto, sin importar el destino, porque durante las 24 horas hay ruido. Por la noche unos se dedican a freír sardinas y a discutir sobre fútbol, los imagino gaditanos, a saber por qué. Luego está la sección escupidera, que se despiertan con una tos sopechosa desde las 3 hasta las 5 de la mañana, y me extraña no ver alguna ambulancia acudir en su rescate, porque ese no es ruido de personas sanas.
De normal me voy a trabajar temprano, no para ganar dinero, qué va, para huir de este sitio, porque llevo un año aquí y ha habido obras todos y cada uno de esos días, inclusive durante el encierro por pandemia (que me suena a toros bravos justo antes de salir al ruedo). Luego está la tropa de gente que pone la música a todo trapo, a lo que no los culpo, puesto que yo insonoricé casi todas las habitaciones y sigo oyendo a los vecinos. Y tenemos a las cotorras, a cualquier hora, hablando de ventana a ventana en el patio de luces, porque les hace eco y tendrán vocación de sopranos, si es que no callan, y viven puerta con puerta.
Me ha hecho gracia lo de tus fantasmas gaditanos. Además de hablar alto y mucho, seguro que hablan muy ligero.
ResponEliminaBesitos.
Por cosas así mi sueño es vivir en una isla desierta, aunque al final escuchar día a día el eco de mis pensamientos me haría echar de menos el ruido vecinal.
ResponEliminaNo sabes cómo te entiendo...
ResponEliminaEs muy molesto oir a los vecinos. Un beso
ResponEliminaSomos un país bastante ruidoso, la verdad. Porque el sentido cívico brilla por su ausencia.
ResponEliminaSalu2.
también a veces hay niños que gritan mucho. no les culpo a ellos, les culpo a los padres, que no sé qué les darán para que estén tan excitados.
ResponEliminaMe imagino a los fantasmas huyendo de tanto ruido. Y me río con eso. Buen efecto humorístico.
ResponEliminaEl silencio se valora mucho teniendo tinnitus, algo que se por experiencia propia. Con un constante zumbido en un oído, nunca hay silencio.
Besos.
Yo tengo unos vecinos que cada vez que cierran la puerta de la calle parece que se vaya a caer el edificio... un día caerá una bomba cerca y creeré que han sido ellos al cerrar.
ResponEliminaBesos.
No te queda otra que contraatacar. Yo lo hice en su día con cierta música que escucho haciendo que también la escuchen los demás. Y vencí.
ResponElimina¿Es radio patio lo del patio de luces? XD
ResponEliminaYo cualquierdía cojo a mis animales y me voy a la casita de la finca, que es muy básica pero silenciosa, solo se oyen pájaros y alguna vez una vacao un gallo.
ResponEliminaFeliz martes.
Sólo hay tres soluciones:
ResponElimina1. Escopeta de cañones recortados y masacre vecinal.
2. Corte de venas muñeca arriba en diagonal.
3. Cambio de domicilio al campo, monasterio, base en la Antártida....
(Recomiendo la tercera)
Bss
Bss