Hoy me ha dado envidia un mosquito, he pensado: seguro que esa sangre era dulce. Con eso he decidido que o bien me estoy volviendo mucho más loca, o más me vale encontrar un vicio sano con el que sustituir al otro. Sé que suena muy chungo, con el tabaco lo hice, el sustituto fue el agua, que ya me diréis, así que con tal de que sea adicción, me funciona. He pensado en llevarme zanahorias baby al trabajo, y cuando me apetezca mogollón comer chocolate negro o echarme azúcar en el café, a morder zanahorias.
Ya os contaré, porque he tenido un inicio de trabajo durillo, mucha carga de trabajo y compañera a día de hoy incompetente, o sea, muy mala combinación. Solamente os digo que estoy localizando dónde están los puntos muertos de las cámaras de vigilancia del centro donde trabajo porque me han dicho que las escaleras pueden ser muy resbaladizas, y las estanterías de libros pueden caer encima de alguien (demasiadas series de crímenes durante el verano).
Se huele la sangre y no es la del mosquito (jajaja).
ResponEliminaMucho ánimo, ya sabes que mi comienzo de curso ha sido también movidito.
¡Fuerza!
Jaja! A mi también se me están despertando los instintos asesinos en el curro...
ResponEliminaCuidadín con las zanahorias, Ses, que son muy traicioneras... A ver si a esos instintos sospechosos vas a añadirle un buen estreñimiento, ¡y ya la hemos liado del todo!
ResponEliminaMas besos de las dos
J&Y