Vivimos en un mundo en el que la belleza, el aspecto físico, lo es todo, y no solo del ser humano, incluso la comida que compramos: esas manzanas rojas, de forma perfecta, preciosas, apetecibles, que brillan de la cantidad de cera que les ponen..., y sin sabor a nada; si es que me recuerdan tanto a las de las malvada madrastra de Blancanieves que no puedo evitar pensar en la moraleja de los cuentos, y en la estupidez del ser humano.
El aspecto lo es todo, qué más da lo que haya en el interior si rezuma belleza y perfección. En un mundo de "likes", de filtros y de enfoques, a veces tengo la sensación de que poco importa ser buena persona, tener empatía, preocuparse por el prójimo, porque todo es de cara a la galería. Y cuando crees que ya lo has visto todo, me encuentro con la noticia de que le ponen ojos de plástico al pescado para que sea más atrayente.
Ojos de plástico al pescado??? La verdad, no sé de qué me extraño.
ResponEliminaBEsos.
Qué horror...no lo sabía, pero como dice Ro, tampoco es de extrañar.
ResponEliminaBesitos.
a mí es que de todos modos las manzanas rojas no me gustan, las encuentro muy ácidas y harinosas. ^_^
ResponEliminaen los anuncios de comida de la tele también hacen todo de trucos para darle una apariencia perfecta...
Hace poco teníamos una conversación similar en el curro sobre el sabor (o mejor dicho, el no-sabor) de los tomates...
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