Seguramente, como con toda adicción, mi desenganche del azúcar va a llevarme a estar un poco monotemática con el tema, y os va a tocar aguantarme, prometo que no va a durar mucho. Como todavía hace buen tiempo, me llevo al roncador a pasear, vamos a buen ritmito y cuando llevamos casi una horita o nos apetece nos bañamos, más o menos ir y volver del pueblo de al lado, es lo que tiene vivir en un pueblo costero; porque la endocrina dijo que hasta que no caminas mínimo 20 minutos seguidos no contaba como ejercicio (vaya, que no quemas nada).
Al grano, que me disperso, voy a contaros la alegría que me dio ayer la pulsera cuenta pasos barra reloj (sí, pongo la barra con todas sus letras porque me mola más) que me regaló el roncador: estábamos ya de vuelta, yo apretando fuerte el power house que me enseñó la profe de pilates (viene a ser un poco como cuando quieres esconder la barriga y te pones en modo faja esconde todo lo que puedas) para tener un abdomen fuerte y sentir que soy una mujer fuerte y cachas, y no puedo evitar pensar en los Power Rangers (ya conocéis el devenir de mi mente estrafalaria). Bueno, pues en esas estaba, que me pegó un zurriagazo el reloj, con lo que ya me veía en urgencias por mezclar sudor, agua salada y pulsera que da calambres, pero no, la pulsera me mostró una copa y ese fue mi premio (a mí me hubiese molado más una cucharilla de azúcar, pero me conformo con la copa).
te salió una copa en la pantalla, a modo de 'premio' por haber alcanzado una determinada distancia recorrida...? no me hagas mucho caso, que por las mañanas estoy un poco espeso. ;)
ResponEliminaPower Ses! A mi me hace mucha gracia lo del móvil.
ResponEliminaCuando estoy en Cádiz, como paso el día en la calle, no para de "darme premios".
Un besito.