Lo mío no es ser puntual, es llegar antes, y eso es la putada más grande del mundo. Para todo, para el trabajo porque entonces pringas siempre; para las citas, porque lo ves venir; ¿alguien ha llegado pronto a una fiesta? Pues eso, siempre soy la primera... para todo. Os lo digo, si viajara en el tiempo crearía tal bucle temporal que sería algo infinito. En lo único que me gusta llegar antes es en lo de madrugadora, porque además de que dormir poco me da mucho tiempo extra, también me da la posibilidad de desayunar de dos a tres veces cada mañana (aunque también os digo que no hago merienda).
Pues no me puedo identificar más. Pero es que mi padre es peor: cuando quedo con él, siempre ha llegado antes (te estoy hablando de VEINTE MINUTOS ANTES, jajaja).
ResponEliminaBesos.
Por llegar antes en tren me dejó en tierra, hablo pre-Ave, llegue a la estación y el tren estaba puesto, e subí, no había nadie, y es que aún no era la hora, al rato si era la hora y el tren no arrancaba, me asomé y un señor con gorra me dijo que mi tren había salido que yo me había subido a un vagón no enganchado. No escarmenté. Abrazos
ResponEliminaPase desde mi época escolar a ser castigado prácticamente siempre por llegar tarde a en mi época laboral, ir siempre con tiempo con antelación para preveer cualquier cosa. Y así sigo.
ResponEliminaBesos.
La puntualidad, aunque sea extrema, es de admirar. Respeto mucho a la gente puntual. Nunca te hacen esperar porque respetan tu tiempo. En cambio, de los impuntuales que lo son por vicio, si de mí dependieran... La Tierra se iba a quedar muy despoblada.
ResponEliminaA mí también me gusta ser puntual , pero no llegar la primera.
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