Mañana vuelvo al trabajo y no quiero ir. Gata está muy enfadada, se lo he explicado con calma, pero ella no entra en razones. Yo he llorado un poco y nos hemos abrazado. El caso es que yo tengo mucha vocación y me encanta lo que hago, pero eso no quita que tenga una pereza pegada a la piel muy grande y que el simple hecho de tener que levantarme temprano me haya puesto de muy mal humor.
Tengo una amiga que lleva 3 días levantándose temprano para entrenar. Pues yo a bocajarro, paso de ir acostumbrando al cuerpo, será de golpe y sin anestesia... bueno, igual me tomo un par de cafés para soportarlo.
Solo es hasta que llegas allí. Luego todo se normaliza. A las 10 ya no te acuerdas
ResponEliminaAbrazo y suerte
Como dice Gabiliante, es cuestión de llegar al café de las 10. ;)
ResponEliminaUn abrazo!
Eso de entrenar el madrugar solo sirve para que la angustia por la llegada del día D empiece antes por la mañana.
ResponEliminaBesos.
Y dicen que la esclavitud se abolió; sí claro. El que lo llamó trabajo no tenía nada mejor que hacer.
ResponEliminaÁnimo.
ResponEliminaYo también soy muy vocacional, pero no somos tontas, jajaaja!! Nada como estar sin horarios y a nuestra bola.
ResponEliminaÁnimo!!
jejeje...los cafés, sin duda , ayudarán !!
ResponEliminaÁnimo i buen año ;)
Tú eres una chica fuerte y puedes con eso y con más. ¡ÁNIMO!
ResponEliminamañana a mí me toca una tarde dura de clases, pero es peor de pensar que de pasar.
ResponElimina'why's it so hard' es una canción de madonna, el gif que has puesto me la ha recordado. ;)
me complace leerte
ResponEliminaDeberían reconocer como baja permanente el tener una mascota sobreprotegida, ¿recogemos firmas?
ResponEliminaLa pereza es algo que comprendo.Y experimento, en algunas ocasiones.
ResponEliminaUn abrazo.