dimarts, 10 de gener del 2023

Mi mundo feliz

En todo este tiempo he cambiado de lugar de trabajo y este curso, por fin, he aterrizado en un centro maravilloso en el que todas mis locuras educativas les parecen algo creativo y, no solo eso, las llevan a cabo. Soy muy feliz, podéis imaginarme con una sonrisa en la cara que va de oreja a oreja. Y alguien tenía que estropeármelo, porque la gente no soporta que yo pueda cagar arcoíris y unicornios.

Pues bien, tenemos un compañero que ha decidido enamorarse de dos de nosotras, así, de dos en dos. Ya sé que está de moda lo del poliamor, pero la conclusión es que él va usando el ancestral truco de tirar la caña a todo quisqui y a ver si suena la flauta (esa es mi libre interpretación, seguramente es amor, aunque yo lo ponga en duda). Para qué tener el Tinder si puedes intentarlo con cualquiera que esté a tu alcance: se le llama economizar. Y ahora nosotras nos sentimos incomodísimas y a la espera de que haya una tercera, y a la larga, más que orgía, sería una reunión de vecinos.

6 comentaris:

  1. Madre mía, menudo personaje. Que eso lo intentase con quince lo puedo entender, pero la gente madura.
    Besitos.

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  2. Jajajaja, mira que ricura el compañero... buscando poliamor (¿aparecerá en alguna serie?
    Lo primero que explicas es una gozada, me alegro que hayas encontrado un centro así (y que el poliamoroso no estropee nada ).

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  3. el romanticismo está muy vivo (modo irónico on). :P
    por cierto, sigo publicando en mi blog de siempre, pero hace unos meses dejaron de actualizarse mis nuevas entradas en los blogs amigos. así que creé un blog ficticio para poder avisar de las actualizaciones a quienes me sigan...
    https://mimundodepapel-chema-xyz.blogspot.com/

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  4. En mi pueblo lo de tirar la caña a todo bicho con patas se le denomina ser un baboso. Siempre tiene que haber alguno dando la nota.

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