El pasado lunes era fiesta en muchos lugares del mundo, era el lunes de Pascua. Estaba sentada tranquilamente al lado de una iglesia, pura casualidad y más teniendo en cuenta que en cada población hay alguna, y un señor se me acercó y me preguntó a qué hora abría la iglesia, a lo que respondí que no tenía ni idea, pero que siendo fiesta tal vez no abriría. Pues mi interlocutor se marcó una disertación espectacular sobre que no entendía que una iglesia no abriera en tal celebración... yo le respondí que ignoraba completamente los horarios, que hasta ese momento pensaba que era una fiesta pagana, y que también los párrocos tendrán derecho a festivos.
Desde luego, hay gente para todo, porque si tanto le urgía rezar, a mí cualquier lugar me parecería bueno, aunque no sea para nada entendida en la materia. Me imagino que querría visitar el monumento, pero a mí me la traía al pairo su confrontación interna con los festivos de los funcionarios de la fe. A veces tengo la sensación de que llevo tatuada en la frente una gran T de oficina de turismo. A ver qué culpa tengo yo. Eso sí, el martes entré a visitarla, más por la sapiencia de que el transeúnte preguntón ya no podría hacerlo (malvada soy, y no me arrepiento).
Soy desconsiderada y raramente respondo a esas preguntas, hago un gesto con la cabeza y se van,¿he dicho desconsiderada? debí decir maleducada. Un abrazo
ResponEliminaEl lunes de Pascua no es fiesta pagana. Un beso
ResponEliminaa mí me preguntan mucho por calles, bocas de metro, tiendas...
ResponEliminaa ver si es que te vieron cara de beata. ;)
Sí, sí...hay gente para todo. Si yo te contara...
ResponEliminaUn besito, guapetona.
Eso es porque te vieron cara de lugareña, y, ya se sabe, los lugareños lo saben todo jajaja
ResponEliminaBesos.
A mi también siempre me ven la cara para preguntarme.
ResponEliminaBesos