No sé qué me ha dado con lo de la decoración, para mí que la culpable es mi amiga Anna, que recientemente me está insistiendo para que cambie de trabajo (o lo complemente) y me pase a la decoración. Lo cierto es que me lo pasaría de vicio, adoro coger un espacio virgen y llenarlo de vida... pero de ahí a hacerlo mi profesión, va un buen trecho. A pesar de ello, como últimamente sí que es cierto que he dedicado algunas horas de mi vida a decorar algunos espacios, reconozco que tengo un punto vocacional por ese campo que me trae loca, pero también estoy muy en contra del instrusismo profesional; a pesar de que yo nunca contrataría un decorador (y ahora recibiré ataques, lo sé), es que me parece algo muy impersonal (no me matéis por opinar).
Hoy voy a desmontar esa manía de vestir la cama, al final más que un lecho donde dormir parecen iglesias barrocas. A mí tanto cojín y telas innecesarias me molestan, una cosa es tener la cama de foto y la otra que sea funcional. Si para irme a dormir tengo que pasarme un buen rato sacando cosas, lo siento, pero prefiero una cama más ascética. Además, necesitaría otra habitación para dejar tantas chorradas, si no es en el suelo, ¿dónde voy a dejar los cojines y mantas sobrantes?
opino igual!!
ResponEliminaYo jamás he tenido nada puesto en la cama, ahora tengo 2 mini cojines porque los ha puesto mi pareja, que si es por mi......
un beso
A mi tampoco me va lo de poner cojines.
ResponEliminaBesos
los cojines, por un lado adornan, pero a la hora de dormir, para lo único que sirven es para que se caigan al suelo.
ResponEliminaDí que sí, yo apuesto por la funcionalidad. Cada vez me sobra más todo XD
ResponEliminaBesitos.