Voy a recordar a ese olvidado profeta que es Dinio, que fue pareja de Marujita Díaz, con una gran frase suya: la noche me confunde. Y no es solo por el astigmatismo, que también, a ello se le suma que no soy ave nocturna, nunca lo he sido, y con la edad hay que añadirle componentes como la pereza, la desgana y que madrugo tanto que suelo convivir con los que todavía están de fiesta, así que mi circadiano ya va bastante liado como para añadirle más complicaciones. Son esas horas en las que mi cara de vacío existencial auguran que es demasiado pronto para estar despierta.
Mi madre, ese ser que me engendró y que tiene teorías no válidas para absolutamente todo, suele decir que soy muy madrugadora, pero lo cierto es que adoro levantarme a esas únicas horas en las que no hay ruido, nadie te molesta y el aire huele a calma. Pero lo que no puedo soportar, de ninguna de las maneras, es esta absoluta y brutal tradición estatal de robarme una hora de mi tiempo, porque no es solamente que pierda esa hora, es que tengo que cambiar la hora en casi todos los relojes y esperar a que mi cuerpo se acostumbre... ¿No era bastante con la astenia primaveral que tenían que añadir más cambios en mi vida?
esta mañana al despertarme, lo primero que he pensado es en cambiar de hora los relojes, y he tenido un micro-sueño en que los cambiaba, para reaccionar a continuación y decirme "no he cambiado nada, no me he levantado aún de la cama".
ResponEliminaYo me he despertado temprano, también como siempre, y me he quedado retozando en la cama. A mi no me roban tiempo, ¡menuda soy! Jajaja
ResponEliminaBesitos.
La astenia, la alergia, el cambio de hora, ¡y aún hay personas a las que les gusta la primavera!
ResponEliminaPf, qué pereza.
Un abrazo, Ses : )
Es lo que toca..A acostumbrarse al nuevo horario.
ResponEliminaBesos
Con el paso del tiempo, me he quedado en casa sin relojes analógicos.
ResponEliminatenía uno enorme en la pared de la sala que quitamos para pintar y nunca más aparecio (raro, porque tiene un diámetro de casi 1.5m)
con lo cual, solo nos quedan móviles, tablets y pulseras inteligentes, que gracias a Dios, se cambian solitos.
Así que problema resuelto! :-P
Un beso!