Hay una secta, de la que el roncador forma parte, formada por sujetos de sexo masculino, principalmente, que cuando se conocen, se reconocen. Para que lo entendáis, el roncador siempre responde a toda pregunta con un sí o con un no totalmente al azar, así que hay que volver a preguntar, porque la primera respuesta nunca es segura.
Pues bien, hace unos días habíamos quedado en una plaza y cuando el roncador le preguntó a un transeúnte si íbamos por el buen camino e inmediatamente contestó que sí, seguido por un no, se sonrieron, se reconocieron, y acto seguido el roncador supo por dónde ir, no me preguntéis cómo, porque parece magia. Yo no concibo un mundo con tanta incertidumbre, pero intuyo que tienen algun tipo de código.
Creo que ya os lo conté hace tiempo, parece que forme parte de contrainteligencia, es el rey de la desinformación; y luego me mete unas trolas tremendas: le pregunto por algo, siempre cosas inocente, me suelta todo un rollo muy elaborado, yo qué sé, como por ejemplo sobre por qué las ranas son verdes, y luego resulta que no era cierto. Como cuando los niños hacen preguntas y para sacártelos de encima les contestas lo primero que se te pasa por la cabeza, así que todo lo que me dice lo pongo en cuarentena.
me gusta lo de responder con un sí o un no aleatorio, me recuerda a la incertidumbre de heisenberg en física cuántica. :D
ResponEliminaJajajaja y lo bien que te lo pasas qué.
ResponEliminaBesos
Me acabas de recordar cuando discuto con Manolo XD
ResponEliminaUn besito.