Soy muy mala haciéndome autobombo: me maravilla la gente que es capaz de hacerse tan buena propaganda, se ve que yo en esto del marketing soy malísima. Eso sí, cuando tengo que hablar bien de otros, soy la mejor, pero si se trata de mí misma, lo llevo claro. Hace unos días me comentaron que habían hecho una entrevista a un compañero con el que trabajé hace tiempo, me dijeron que era un chico muy trabajador y con grandes ideas... y cuando me contaron las ideas me di cuenta de que todas eran robadas, pero claro, se había vendido tan bien que era una maravilla del copón.
Así va este mundo, en el que la imagen lo es completamente todo y no nos paramos a profundizar un poco más. Venimos a ser un poco un escaparate, una especie de aplicación de móvil en la que los "like" deciden si somos personas maravillosas o simples y del montón. Cómo vamos a educar a nuestros pequeños si se están criando en una sociedad en la que lo que cuenta es el número de seguidores virtuales que tenemos. Mi única esperanza es que con el tiempo todos nos ponemos en nuestro lugar (aunque cada vez dudo más de ello).
Pues duda, duda: mi madre opina algo parecido, pero yo estoy convencida de que hay por hay auténticos HDP a los que ni la vida, ni ellos, ni nadie, pone en su lugar. Se van de rositas...
ResponEliminaPero es que una cosa es venderse bien y otra ser un cabrón (con perdón) y un trepa. Yo considero que me vendo bien. En las entrevistas de trabajo siempre me ha ido bastante bien pero nunca se me ocurriría pasar por encima de un compañero. Hay límites éticos. Besotes!!!
ResponEliminalas entrevistas de trabajo son mi gran trauma no superado. algún día iré a una entrevista para contestar todas las burradas que se me ocurran a las gilipolleces que suelen preguntar.
ResponEliminaTotalmente de acuerdo. Y el problema es que nos hacen ir tan rápido en este mundo de superficies que no hay tiempo de reflexionar ni profundizar. El mundo se va a la mierda, y el ser humano más...
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