diumenge, 5 d’agost del 2018
Winter isn't coming
Con este calor y la humedad que hay, sumado a despertarse con dos gatas encima (aunque sea ronroneando y con cariño), equivale a muerte súbita. Me estoy planteando ir a ver a mi madre al pueblo, donde por las noches todavía se duerme con manta, y no porque madre no haya más que nunca, es porque quiero vivir en esa neverita que es su pueblo natal... eso sí, en invierno ni me acerco a verla, que con tanto frío se te pasan las ganas de ir al baño y acabo con una retención de líquidos tremenda, que ríete tú del invierno de Juego de Tronos.
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A mí es que no se me ocurre exponerme al sol en plena ola de calor. Estám locos estos romanos!!
ResponEliminael cantábrico es lo mejor. cuando te levantas y ves el sol, piensas "bieeen, día de playa!". tiene más incertidumbre y más emoción.
ResponEliminaYo soy muy fan del verano pero es cierto que las olas de calor son un poco molestas. Un par de grados menos no me molestarían. Jajajaja. Besotes!!!
ResponEliminaEs verdad que en los pueblos se duerme de gloria. Nosotros en Cádiz llegamos a extrañar el nuestro (¡y mira que estoy en mi querida tierra!).
ResponEliminaUn besito.